La Cámara de Fitosanitarios y Fertilizantes (CAFYF), el Centro Nacional de Toxicología del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social realizaron una capacitación para médicos de la secretaría de Estado, el pasado 29 de agosto en el Hotel La Moustier, en Asunción.
La Ing. Agr. Liz Rojas, directora ejecutiva de CAFYF, explicó que el objetivo principal de esta capacitación fue iniciar un trabajo conjunto en prevención y atención especializada para pacientes con signos de intoxicación. “La idea es empezar con esta capacitación y posteriormente realizar otros trabajos más específicos, de tal manera a lograr protocolos en conjunto sobre este tema. Nosotros como industria de las Ciencias de Cultivos queremos formar parte, y con énfasis en las buenas prácticas agrícolas. Buscamos extender a instancias más especializadas para la comunidad, en este caso específicamente con médicos de zonas rurales”, dijo.
La CAFYF insiste en la lectura de las etiquetas de los envases de defensivos agrícolas, ya que allí están los primeros pasos que se deben seguir en casos de intoxicación. “Para nosotros es muy importante, porque forma parte de nuestro marco general de trabajo”, expresó Rojas.
En la oportunidad, la doctora Giselle Decoud, médica de guardia del Centro Nacional de Toxicología, presentó estadísticas de intoxicación registradas en los últimos años, donde demostró que las causas provienen de varios factores, desde mal manejo de fitosanitarios y domisanitarios, y en muchos casos por intensión de suicidios.
También expuso sobre la atención médica inicial del paciente intoxicado, y expresó que hoy día la toxicología cobra un papel muy importante en la sociedad, ya que las personas están expuestas a muchos productos, en las casas mismas tienen elementos tóxicos, por lo que es importante saber a quién acudir en caso de intoxicación. “Nuestros objetivo es que los colegas médicos puedan reconocer y diferenciar una intoxicación o una exposición a un producto químico o a un producto tóxico”, enfatizó.
Por su parte, el Dr. Alexis Benatti, del Centro de Toxicología, Asesoramiento y Servicios (TAS) de Argentina, expuso sobre los fitosanitarios, los mitos y verdades sobre el Glifosato.
“Los fitosanitarios son productos sobre el cual hay una larga problemática en el mundo, la toxicidad es conocida, pero sí se tiene que hacer hincapié en el riesgo de manejar estos productos. La toxicidad de los productos es conocida, el riesgo le damos nosotros cuando lo utilizamos, sean estos fitosanitarios o domisanitarios”, dijo.
Comentó que en Argentina hay mucho más problemas con los domisanitarios, ya que los fitosanitarios están avanzando mucho con las capacitaciones y regulaciones. Sin embargo, con los domisanitarios no ocurre lo mismo, hay muchos productos sin etiquetas y por ende desconocimientos ante qué productos está expuesta la población. Esto constituye un problema interesante para la salud.
En relación al Glifosato dijo que es un herbicida ampliamente utilizado y todo producto que se utiliza como corresponde baja el potencial de riesgo. “El Glifosato es un herbicida, que por su característica química, tiene un bajo riesgo tóxico y es uno de los productos más estudiados a nivel mundial. Sin embargo considera que los cuestionamientos sobre este producto está vinculado a los planteamientos de las organizaciones ambientalistas sobre todo el sistema agronómico”, dijo.
A su turno, el doctor José Ruiz Díaz, del Centro Nacional de Toxicología, expuso sobre los compuestos químicos: Órgano clorados, Carbamatos y Piretroides, donde explicó sobre las diferentes manifestaciones y efectos de acuerdo al tipo de químico en la intoxicación.
En lo que respecta a agroquímicos, generalmente tenemos el antecedente, el cuadro clínico y la confirmación diagnóstica a través de un sistema de laboratorio. Cada uno de los cuadros químicos es independiente de acuerdo a los tipos de sustancias. Mencionó que los órgano clorados atacan el sistema neurológico y los piretroides normalmente afectan la parte respiratoria o causan reacciones alérgicas, por lo que para cada uno cambia el tratamiento, ya que se debe apuntar hacia el área afectada.
“Hay normas que dictan el manejo seguro de plaguicidas y se deben respetar, de esa manera el uso de los defensivos agrícolas se convierte en algo seguro. Estos constituyen una herramienta, que dependen del conocimiento de la población para manejarlos, por ello es fundamental estimular la capacitación y la educación dentro de la población”, recalcó.