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26/09/2018

Control químico de la roya de la hoja del trigo

La roya de la hoja del trigo es una enfermedad foliar que puede manifestarse desde el surgimiento de las primeras hojas hasta la maduración de la planta. Al inicio, la enfermedad presenta uredos de coloración amarillo-anaranjada, distribuidos sin un orden fjo en el haz de las hojas (Reis et al. 1997). Esta enfermedad limita el rendimiento y la calidad del trigo, pudiendo causar epifitias rápidas y explosivas, causando pérdidas de rendimiento de 30 % o más (Wiik 2009, Roelfs et al. 1992). Cuando las epidemias son severas, los rendimientos disminuyen, debido a que los componentes del rendimiento se ven afectados porque el patógeno reduce el área fotosintéticamente activa, además, aumenta la respiración y transpiración en tejidos dañados lo que restringe la removilización de asimilados a granos en desarrollo (Dimmock y Gooding, citado por Fleitas et al. 2015). El agente causal es Puccinia triticina Erikss., un hongo biotrófico que requiere de un hospedante vivo para su supervivencia, el patógeno sobrevive durante fuera de la época de producción, en plantas voluntarias de trigo. Las condiciones predisponentes para su desarrollo son temperaturas de entre 15 a 22 °C y presencia de agua libre sobre el follaje. El hongo es policíclico, es decir, que una vez que la enfermedad está establecida, este puede reinfectar el cultivo e incrementar el daño(Annone 2006).


Manejo de la enfermedad. Preferentemente, la principal herramienta de manejo de la enfermedad es el uso de variedades resistentes (Kohli et al. 2013; Reis et al. 1997). En el mercado existen variedades resistentes a la roya de la hoja; sin embargo, Puccinia triticina presenta una alta variabilidad genética por lo que cada año pueden presentarse poblaciones nuevas del hongo, pudiendo romper la resistencia genética del hospedero German et al. 2011, Chávez y Barcellos 2006). Por otro lado, muchos agricultores siembran variedades con alto grado de susceptibilidad (Kohli et al. 2009), por lo que es necesaria la aplicación de fungicidas para contrarrestar las pérdidas ocasionadas por esta enfermedad.
Fungicidas. Los fungicidas son agentes, de origen natural o sintético, que actúan para proteger a las plantas contra la invasión de hongos y/o para erradicar la infección micótica establecida, con el fin de proteger a los cultivos y mantener su potencial de rendimiento, medido como la cantidad o calidad del producto (Oliver & Hewitt, 2014). Para el manejo de la roya de la hoja del trigo, actualmente se utilizan fungicidas que presentan diferentes modos de acción, es decir, que actúan inhibiendo procesos metabólicos específicos de los hongos, según la familia química del fungicida (Krämer et al. 2012). Por ejemplo, los inhibidores de la mitosis y división celular (benomilo, carbendazim, tiofanato metílico, carboxin, benzovindifl upyr, boscalid), los inhibidores de la respiración (estrobilurinas), los inhibidores de la biosíntesis de esteroles de membranas (triazoles) (Oliver y Hewitt, 2014). La eficacia de control de un fungicida depende de varios factores como el tipo de fungicida y dosis, el momento de aplicación, la presión del inóculo, la forma de aplicación, las condiciones ambientales, entre otros (De Wolf, Tenuta, citado por Fleitas et al. 2015). En Argentina, Fleitas et al. (2015), encontraron que la mayor eficacia de control de la roya de la hoja del trigo se obtuvo con la aplicación de Pyraclostrobin + Epoxiconazole + Fluxapyroxad, y con la mezcla de fungicidas de Pyraclostrobin + Epoxiconazole y Picoxystrobin + Ciproconazole. En Paraguay, Enciso-Maldonado et al. (2017), encontraron que las mezclas de Tebuconazole + Trifl oxystrobin, Pyraclostrobin + Epoxiconazole + Fluxapyroxad, Picoxystrobin + Ciproconazole, Azoxystrobin + Ciproconazole y Azoxystrobin + Tebuconazole mostraron control de la enfermedad por encima del 90% (Tabla 1). Además, los tratamientos evidencian un incremento en el rendimiento en comparación con el testigo sin tratar. Un punto a tener en cuenta es que los fungicidas pueden perder su eficacia de control con el tiempo debido a la reducción de la sensibilidad a los fungicidas por parte del patógeno. En la Tabla 1, se observa que los porcentajes de eficacia de control son menores cuando se aplicó Pyraclostrobin + Epoxiconazole, Propiconazole y Tebuconazole. Actualmente, se ha reportado la disminución de sensibilidad de distintas razas de P. triticina al Epoxiconazole, Tebuconazole, Ciproconazole, Metconazole (Arduim et al. 2012). Esta pérdida de sensibilidad por parte del patógeno se debe a la alta variabilidad del mismo que da como resultado la ocurren cia de una nueva raza por estación de crecimiento (Chavez y Barcellos 2006). Por último, la inclusión de estrobilurinas en los fungicidas para el control de enfermedades foliares en trigo, están asociados a aumentos en el rendimiento en grano, peso específi co del grano y el peso de mil granos. Dichos aumentos estarían relacionados con una prolongación del periodo verde de la hoja bandera (Dimmock y Gooding, citado por Fleitas et al. 2015).