Jornadas

29/02/2020

DÍA DE CAMPO EN CAAPUCÚ: El ascenso del arroz

Tras algunos contratiempos por la sequía, el sector arrocero recompone sus piezas y eleva vuelo hacia nuevos desafíos. Innovaciones e implementación de tecnología y prácticas como la siembra directa igualmente fueron determinantes para cerrar la temporada con buenos rendimientos. Fue lo observado durante el día de campo realizado el 24 de enero en Montiel Potrero, Caapucú (Paraguarí) en el ingenio de arroz “Tío Nico”, jornada igualmente aprovechada para intercambiar experiencias.

El evento fue co-organizado por Tío Nico, Kurosu & Cía., Matrisoja y Aero Agrícola Paraguaya y se aprovechó para abordar varios temas, tales como manejo de enfermedades y plagas, experiencia con siembra directa e inicio de cosecha de la parcela. Contó con presencia de directivos y representantes de las empresas mencionadas, así como de técnicos, productores, algunas autoridades políticas e invitados especiales, entre otros.

Tras recibir a los visitantes, el dueño de casa, Nicolás Semeniuk dio las palabras de bienvenida y agradeció la posibilidad de compartir la experiencia y el trabajo desarrollado en la firma. Invitó a los directivos de las demás empresas organizadoras a seguir realizando eventos que contribuyan a generar más intercambio de conocimientos. A su turno, Paulo Modesti, director comercial y marketing de Matrisoja, igualmente dio palabras de agradecimiento a los presentes a quienes instó a aprovechar la jornada.

Posteriormente se procedió a conformar la caravana que participó del recorrido por el campo. Se instalaron tres estaciones. La primera fue para abordar las dificultades en sanidad de arrozales. Por ello se brindaron orientaciones sobre malezas, plagas y enfermedades, por especialistas de Matrisoja y con aportes de Leandro Semeniuk, encargado de la parte técnica del ingenio de arroz “Tío Nico”. Además, en la parcela se demostró el trabajo de fumigación con aeronaves de Aero Agrícola Paraguaya.

“Los problemas en sanidad fueron una de las mayores dificultades del sistema arrocero, pero no solo en nuestros campos, pues otros agricultores también denunciaron las dificultades que tuvieron. Eso enriqueció el debate y permitió mayor intercambio. Se habló de plagas hasta ahora no registradas en Paraguay, que rompieron resistencias incluso en el mayor cultivar como es la 424, lo que nos obliga a tener mayor precaución en los próximos años. Con manejo, se pudo minimizar en esta zafra”, admitió.

Agregó que con la escasez de agua como se registró en la campaña, favoreció la aparición de los males, por lo que instó a los arroceros a prepararse con reservorios de agua, sistemas de bombeos y otras infraestructura para enfrentar situaciones similares en el futuro. “Las pasadas condiciones climáticas, con la menor disponibilidad de agua favorecieron que plagas, enfermedades y otros se potencien. Solo en Tío Nico se cuentan con cuatro o cinco puntos de rebombeo para reutilizar el agua”, dijo.

“De esa forma, el agua vuelve al campo para evitar pérdidas y mantener mínimamente el consumo. No tuvimos pérdidas por falta de agua en lo que sea arroz en Tío Nico, pero es porque se tomaron los recaudos”, reconoció. Entre los problemas que más se mencionaron se citó, entre enfermedades a la Pyricularia, que tuvo pronóstico poco favorable para la campaña, por lo que el manejo, con agua, fertilizantes o controles con mochilas, fue fundamental para minimizar su incidencia y no exceder tanto los costos.

En relación con las plagas, se mencionó al Lignosellus o Barrenador del tallo, de difícil control tanto físico como químico, pues permanece debajo de la tierra y penetra las plantas, por lo que el producto de combate no siempre es eficaz. Finalmente entre las malezas, la que más se compartió fue el problema del “arroz colorado”, que en el caso de la empresa, se tuvo especial cuidado con aplicaciones de herbicidas a mano, con una decena de colaboradores realizando esta práctica desde hace unos ocho años.

Esto permitió que estos cultivos se encuentren en una de las áreas más limpias del Paraguay en este segmento, resaltó Semeniuk. Otra maleza es el Cyperus iria, agresiva y que arroja pérdidas entre 3 a 6 mil kg por hectárea. Según las explicaciones, se observaron algunos casos en áreas de prueba en donde afectó al punto de disminuir el 70% de producción si no se toman los recaudos. Le favorece la seca, como la registrada en la campaña reciente, por lo que se instó a un mejor manejo para su combate.

La segunda estación fue para abordar sobre la experiencia de siembra directa. El propio Nicolás Semeniuk intervino para dar algunas explicaciones. “Es una opción para nosotros cuando nos acompaña el tiempo. No siempre se puede hacer. El año pasado tuvimos la oportunidad, cosechamos en seco y la producción no varió nada. Igual a las demás y con un costo de producción más barato porque no se invierte en preparación de suelos y otros componentes”, manifestó.

En la Parada 1 se abordaron temas referentes a la sanidad del arroz.

Cabe explicar que en el caso de Tío Nico se destinaron unas 300 hectáreas con siembra directa y un ahorro de unos 100 dólares por hectárea menos, con algunos ajustes en el manejo como trabajos previos de maleza y otros. El resultado mantuvo el potencial productivo y casi no hubo diferencias entre cultivos convencionales y los desarrollados bajo el sistema de siembra directa, en torno a 10 u 11 toneladas por hectáreas. La experiencia, se aclaró, aunque exitosa, no siempre se puede hacer.

Es que depende de varios factores. No obstante, si están dadas las condiciones, en la medida en que el tiempo acompañe o el suelo esté seco a la hora de la cosecha, se podría pensar en aumentar el área de cultivo bajo este sistema, con lo que al siguiente año se ahorra en remover el campo. La comitiva finalmente se trasladó hasta la última parada para la cosecha. Previo a ello, se realizó el acto de entrega de una nueva cosechadora John Deere, por parte de Kurosu & Cía., representante de la línea.

Se trató de la S760, modelo 2020, que pasó a integrar la flota de maquinarias, equipos e implementos de la línea John Deere. Es una propuesta con más automatización y mejores resultados, según referentes de la compañía. Basilio Ramírez, director comercial de Kurosu & Cía., fue el encargado de poner en las manos de Semeniuk la “llave simbólica” y resaltar que la distribuidora de maquinarias acompaña a todo el sector arrocero y productivo a nivel país.

“Acompañamos la jornada en arroz Tío Nico y en la ocasión entregamos esta máquina, como un apoyo a la actividad. La nueva adquisición en este evento es muy importante para nosotros como empresa y para nuestro cliente como empresario, para poder acompañar su cosecha. Como se ve, son varias unidades John Deere presentes en la jornada. Hoy trabajan nueve cosechadoras, además de tractores y otros implementos que ofrece nuestra compañía”, subrayó.

De la nueva cosechadora manifestó que se trata de una unidad introducida al mercado con nuevas tecnologías un nuevo sistema que permite una mayor área de limpieza y que además está conectado al Centro de Operaciones de Kurosu & Cía. para brindar a los clientes todas las informaciones de la máquina y todos los datos astronómicos que puede brindar la máquina, agregó, además cuenta con JDLink™ para atender las necesidades del cliente y brindar las respuestas que el mismo precisa.

Desde Kurosu & Cía. igualmente se resaltó que además de la unidad S700 en cosechadoras, se realizó el lanzamiento de tractor 9420R ideal para el rubro al ser articulado doble dual, con excelente desempeño en terrenos húmedos así como las soluciones integradas en tecnología y posventa, al servicio del agricultor para aumentar su productividad y ahorrar insumos. Tras este acto, se procedió a la colecta, con la S760, la cabeza, al frente de la flota de cosechadoras y maquinarias John Deere.

Seguidamente los arroceros expusieron los logros alcanzados, con rendimientos que fácilmente pueden ubicarse por arriba de las 10,5 toneladas por hectárea gracias a la tecnología y herramientas implementadas. “Quedamos conformes, demostrando que haciendo bien las cosas, manejando bien, siendo precavidos, evitando riesgos en el arroz, seremos recompensados mañana con un mayor resultado”, finalizó por su lado, Leandro Semeniuk. Los participantes compartieron un almuerzo al fnal de la jornada.

Cosecha y manejo de la parcela en la pos-cosecha.

Escenario para los arroceros

Ya en otro momento se aprovechó para realizar una evaluación del sector y los desafíos a tener en cuenta. En ese sentido. Leandro Semeniuk, comentó que si bien cada campo es diferente y tiene sus peculiaridades en general los arroceros tuvieron un mismo escenario. “Vimos que el sector sufrió mucho por la escasez de agua. En esta zona se trabaja con la cuenca baja del Tebicuary y se resintió por la falta de lluvias”, expuso.

Añadió que si bien en diciembre se normalizó y creció a un enorme ritmo, lo perdido ya fue irreversible. “Por más que los arroceros bombeen, el mayor problema es la lluvia. En el caso de Tío Nico, contamos con más de 1.000 ha de reservorios de agua y eso nos ayudó a apaciguar los quince días de falta de agua para recirculación de agua, esperando lluvias. Nos dio un respiro en el inicio y nos ayudó para evitar que las mermas sean mayores y salvar parte de las pérdidas”, añadió.

También desde el aspecto de sanidad, la falta de agua potencia las malezas, lo que deriva en problemas no solo de rendimiento también técnico. “La única forma de disminuir pérdidas es con el manejo. La estructuración del agua, el ecosistema en donde Tío Nico demostró que se puede vivir con la fauna silvestre y al mismo tiempo obtener mayores resultados en arroz. Llegar a este evento es un reflejo que la gente quiere aprender, quiere mejorar y que como paraguayos podemos crecer y sumar logros”.

Momento de la entrega simbólica de la llave de la cosechadora.

A su turno, Nicolás Semeniuk explicó que el escenario no fue el mejor por la seca que se registró durante la campaña y que afectó el rendimiento y la calidad del grano posteriormente. No obstante, confía en que el sector puede levantarse y elevarse de la caída. “El arrocero tiene motivación. No va a decaer y va a seguir produciendo. Nuestro campo suma unas 8.200 hectáreas y de esta superficie, manejamos unas 5.000 hectáreas de arroz. Además pudimos estar bien gracias a los buenos reservorios”, indicó.

“Estamos igualmente motivados para ampliar la superficie arrocera si están dadas las condiciones, pero veremos cómo se presenta el tiempo para preparar el terreno y todo esto en un ambiente que convive con la fauna. Se puede palpar aquí la realidad que incluso, por el contrario, los animales se benefician, como las aves y los peces o pequeños anfibios. Es una muestra de cómo preservamos al máximo la fauna y el ambiente”, puntualizó con respecto a este tema.

De las oportunidades de negocio arrocero al mercado internacional, subrayó que ven con muy buenos ojos las posibilidades de expandir el comercio. “Hace poco como país exportamos 30 mil toneladas de arroz blanco para Irak y dio la oportunidad de abrir nuevos destinos. Podemos aprovechar las oportunidades para exportar, en donde el apoyo del Gobierno es fundamental, para salir a llegar también a compradores europeos, donde falta el arroz. Es una oportunidad para desarrollar nuestro mercado”, concluyó.