Editorial

20/10/2020

Innovaciones tecnológicas para la horticultura

La horticultura como actividad muy sensible requiere de los aportes de insumos y equipos cada vez más tecnificados. En ese sentido, las instalaciones de invernaderos con innovaciones vienen a dar respuestas a las necesidades del sector. Una de las últimas tecnologías desarrolladas es la que se denomina sistema manta parral y que se viene implementando en la zona de Yguazú (Alto Paraná).

Horticultores del distrito de Yguazú vienen desarrollando su actividad en invernaderos que emplean el material conocido como “manta parral” que, dada sus características, ofrecen ciertas ventajas con respeto a otros sistemas implementados o tradicionales, según la opinión de los productores visitados durante un recorrido de un equipo de Campo Agropecuario Multimedia en la zona. El recorrido incluyó el barrio Santo Domingo de Yguazú. Ahí, Prisciliano Florentín, horticultor con más de 10 años en la actividad, abrió sus portones para conocer detalles del trabajo en su finca. En sus invernaderos se pudieron observar varias plantas de pimiento, morrón o locote, en gran medida, y tomate, en menor participación, en sus hasta ahora 30 invernaderos, de 50 x 4,5 cada uno. Al consultársele sobre el material manta parral indicó que optó principalmente por el precio. “Existe una gran ventaja en costo y, además hay garantía del producto. El trabajo sale más rápido y sale bien. Nos quedamos con este plástico”, expuso. A estas facilidades, agregó su resistencia al clima adverso. “Está aprobado. El año anterior ya pasamos por muchas heladas”, manifestó. Y pese a que producir hortalizas muchas veces es una verdadera ruleta, pese a las complicaciones climáticas, en la temporada anterior salió airoso. Ello no significa que no puedan surgir inconvenientes futuros porque el mal tiempo afecta a los cultivos, aunque en menor medida si están protegidos bajo algún sistema de invernadero o estufa, como también se lo conoce.

Al visitar la finca se pudo observar que el cultivo de pimiento está en plena dinámica. Se cuenta con 9 mil plantas en el invernadero y desde finales de mayo empezó la cosecha. Trabajan principalmente con el material Nathalie, de Syngenta. Entre las ventajas de usar este híbrido resaltó la calidad de la semilla. “Estamos seguros que si plantamos, va a salir bien. Aguanta la enfermedad y da producción”, dijo. En las primeras pasadas colectaron en promedio casi 1 kg de locote por planta. A los 22 días posteriores, realizaron otra cosecha pero no tan intensificada, sino seleccionando algunos pimientos. La parcela establecida lleva un año, como mínimo, y luego se prepara otra vez. En cuanto a precios, el horticultor indicó que mejoró en este tramo del año, y están colocando en torno a 7.000 G/kg. A su criterio, mejoró el valor, ya que el año pasado rondó entre 4.500 G/kg y 5.000 G/kg, lo que viene bien, por los problemas ocasionados por la cuarentena sanitaria y aislamiento social consecuencia de la irrupción del coronavirus tipo Covid-19 y que se instaló como pandemia a nivel global, situación que no escapó el país. Además del precio, también resaltó el mejor rendimiento obtenido en esta vuelta.

 

 

 

 

 

 

Gaspar Vázquez, productor de Yguazú.

“Hace mucho llevamos con el material Nathalie. Desde que empezamos a plantar locote. Es nuestra variedad. No probamos otro porque este nos conviene”, sostuvo. Sobre la asistencia técnica, indicó que suelen recibir pero más que nada para reforzar o actualizar algún aspecto. “Debemos conocer luego todo sobre el cultivo, porque es nuestro trabajo”, reforzó. Dependiendo de la época se trabaja más o menos. Incluso en este momento se redujo la cantidad de personal, aunque como avanzan las plantaciones, es probable que pronto vuelva a solicitar del concurso de los cosecheros, principalmente de los vecinos, con lo que se genera ocupación de la mano de obra local. Así como el apoyo de sus “cinco hermanos, más la hermana que es la patrona”, comentó de manera jocosa. Indicó que contratar personal representa un gasto en torno a 2,5 millones de guaraníes por semana. Durante la época alta de trabajo, están permanentemente unas ocho personas. Actualmente están al 50 % de la mano de obra. Sobre la asistencia financiera, indicó que por lo habitual se tiene más apoyo de la banca privada. “Del gobierno, recibimos algunas veces la ayuda, pero no lo suficiente”, lamentó. Con respecto a los tomates, emplean el material Cariri. “Normalmente tenemos 10 o 15 mil plantas. Ahora tenemos poco, unas 4 mil, por el invierno. El morrón se planta más en invierno que tomate. Se comporta mejor y el precio sale mejor, además de su facilidad porque se trabaja menos”, reconoció. No obstante, reconoció que en la época alta, se vendió favorablemente el tomate. La comercialización la realizan principalmente en Ciudad del Este y en los alrededores de Yguazú. Aunque si el mercado está saturado o por el contrario, no hay condiciones para colocar la producción, no les queda otro que incrementar los gastos en flete y trasladar a otros centros de abastecimiento importantes, entre ellos el de Asunción y alrededores. Admitió que uno de los problemas es el contrabando. “En nuestra zona, los productos no cesan, siempre hay producción. La gente cosecha y produce, pero tenemos problemas con el contrabando. Es difícil”, dijo aunque reconoció que durante esta época de aislamiento social, se contuvo mejor. Al gobierno pidió que apoye más a los productores nacionales. “Así, la gente va a trabajar más. Sin la ayuda del gobierno, no se va a poder trabajar, no se van a poder pagar cuentas”, advirtió. Resaltó la importancia de acceder a la tecnología, pues representa la respuesta a los muchos problemas que surgen, como enfermedades y otros aspectos. “Esta estructura es rústica pero segura. Tiene garantía. Nos conviene porque es más barato y seguro. Da gusto con el plástico y la estructura”, comentó. Agradeció igualmente el apoyo de la empresa CMP Agro, que representa en el país la marca Agrinplex, y que provee los materiales para el sistema manta parral. “Nosotros diseñamos cómo queremos, planteamos y nos funciona bien. Tiene la ventaja y rapidez. Si hacemos rápido nos conviene. Estamos satisfechos y conformes con la empresa. No tenemos problemas por ahora”, expuso finalmente.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Prisciliano Florentín, horticultor de barrio Santo Domingo, Yguazú.

Beneficios coincidentes
Otra finca visitada fue la de Gaspar Vázquez, igualmente productor de Yguazú, quien lleva hace cinco años dedicados a la horticultura. Sobre la novedad de manta parral indicó que están optando por la tecnología. “Hace un año apareció y ahora estamos probando. Según los técnicos que nos acompañan con este proyecto, nos dicen que es mejor y tiene más ventajas”, resaltó. Entre las bondades, igualmente coincidió con el anterior horticultor al señalar que son materiales que presentan mejor durabilidad y menor costo. Además de ayudar a una instalación rápida del invernadero y esto hizo que incre

menten sus cultivos. “Ahora estamos haciendo una extensión de unas 3 ha aproximadamente. Tenemos 50 mil plantas de locote y estas 3 ha están bajo invernaderos”, manifestó.
Recalcó la importancia de la tecnología de estufas para la actividad. “Con el mal tiempo, fuera de estas estructuras, nada es seguro. A campo abierto hay más posibilidades de pérdidas y con la experiencia que tengo bajo invernaderos, todo lo que se planta, sale, porque es un lugar protegido. Ahora apostamos al manta parral porque lo veo bien”, indicó.
Explicó que afirmó eso porque tiene las características de un material resistente. “El ancho de esta carpa difiere de otras. Es menos ancha y eso es una ventaja porque si son más anchas, con el viento, traje problemas. Calculamos que esta puede resistir más”, subrayó con respecto a manta parral.
La estructura de Vázquez difiere de otras porque emplea pilares de cemento. Explicó que esto se debe a una idea de su padre, ante la escasez de postes de madera, además de la fabricación propia de la estructura de cemento que realizan. También agradeció a CMP Agro por el acompañamiento y la financiación en la horticultura en la zona pues, pese al incremento de la soja y la ganadería, sigue firme la producción olerícola.

Con experiencia comprobada en campos
Remigio Rivarola, profesional de CMP Agro, brinda asistencia técnica de horticultura en la zona. Sobre la tecnología manta parral recordó que tuvo sus inicios en Argentina, hace poco más de veinte años. “Comenzó en cultivos de uva, de ahí el nombre, para luego pasar a otros rubros como tomates, pimientos, zapallitos, melones. En Paraguay venimos desarrollando desde hace tres años, cuando hicimos un lanzamiento oficial en Minga Guazú”, comentó.La tecnología viene de la mano de CMP Agro, que representa Agrinplex en el país. Manta parral presenta medidas de 4.20 de ancho X 100 de largo. En los bordes tiene unos ojales perforados ya de fábrica que sirven como sostén para la carpa sobre estructura. Además, presenta áreas de refuerzo de micrones en el espesor para brindar mayor seguridad. “Iniciamos en Minga Guazú, Alto Paraná, como parcela modelo y demostrativa para productores, con ensayos que arrojaron buenos resultados en tomate, locote y verdeo, principalmente. Luego los productores se fueron interesando. Así hoy contamos con su empleo en zonas como Cordillera, Itapúa, Minga Guazú, además de Yguazú. En Argentina se utiliza mucho en Corrientes”, indicó. Expuso que si bien la característica de esta carpa tiene la misma tecnología que los demás invernaderos, su costo económico atrae bastante al productor. “Si hablamos con carpas comunes o estándares, es decir con UV, difusor térmico, etc., sí presenta algunos aspectos distintos. Manta parral viene sujetado de lo que denominamos retazos de textil, que sirven como sostén a la estructura, cuando hay fuerte viendo”, comentó. Esto hace que se amortigüe para evitar que se suelte directamente. En tanto, la parte del “esqueleto” está compuesto por alambre liso, conocido como “San Martín”, que puede ser de 1, 2 o 3 hilos. Por la parte de afuera se observan tensores para mayor sujeción del plástico, explicó y añadió que se puede utilizar estructura de madera también, principalmente de eucalipto o con perfiles de metales o lo que exista disponible. Otra de las ventajas frente a la competencia es que no emplean muchos materiales, sostuvo. “Se usa lo que hay en la zona. No es difícil conseguir material. No requiere mucho material ni mucha mano de obra. El productor mismo puede ejecutar sin problema, acompañados por los técnicos que tenemos. Es fácil de armar. La ventaja en costo sería 50 % más barato comparado con los invernados estándares”, sintetizó. Resaltó que un rollo de manta parral puede ser utilizado en 400 m2. “Recomendamos que no sobrepase los 5 metros por el tema seguridad, sea por viento o clima. Utiliza 4 metros libres de poste a poste”. Estimó que se instalaron unas 3,5 ha con esta estructura y todos con buenos resultados, pues quienes probaron, ya lo adoptaron. Finalmente recordó que CMP Agro dispone de planes de financiación para apoyar a los productores.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Remigio Rivarola, profesional de CMP Agro.