El Ing. Agr. Marcos Martínez, gerente de Línea Fungicidas para Paraguay y Bolivia, destacó que este año Syngenta dispone de dos fungicidas de lanzamiento, el Mazen Forte, un producto completo que contiene la mezcla de solatenol y propiconazol, que viene en una innovadora formulación EC, que hace el producto menos dependiente a los coadyuvantes y ayuda a los activos a ser mas persistentes en la hoja. Otra innovación fue el Seeker® 750 EC, un fungicida sistémico y altamente translaminar, la segunda morfolina del mercado paraguayo. La misma es a base Fenpropidin. Este ingrediente activo pertenece a la familia de las Piperidinas, la misma posee características altamente hidrosolubles y bastantes avanzadas, que le confieren un efecto de frenado rápido de la enfermedad. Es recomendado exclusivamente para hacer foco en tratamientos de control de roya en las últimas aplicaciones. “Con estos dos productos hoy creemos que Syngenta tiene el portafolio más completo para el mercado paraguayo para el manejo de todo el complejo de enfermedades en soja”, dijo.
Indicaciones
Martínez indicó que Sygenta recomienda empezar las aplicaciones, denominadas cero, en el estadio vegetativo de la soja con Cypress, una mezcla de dos principios activos el Ciproconazol y Difenoconazol, Este último es bastante específico para enfermedades secundarias siendo su fuerte el control de Cercospora y Antracnosis. La dosis recomendada en esta aplicación es 300 cc por hectárea, entre los estadios fenológicos V3 y V5. Para la primera aplicación reproductiva, en el estado vegetativo R1, la indicación es aplicar Mazen Forte. “Con esto logramos la inclusión del Solatenol, que es uno de los principios activos más persistentes sobre las hojas y permite empezar de manera correcta la rotación de modos de acción durante el ciclo de la soja. En este caso viene en mezcla con el propiconazol, que tiene un efecto erradicante en la aplicación. En el caso de que haya una presión de roya tempranera. “Este, al tener el efecto de curativo le permite al solatenol expresar todo su potencial preventivo además de su efecto residual, y esta es la sinergia que buscamos para la primera aplicación la cual consideramos es la más importante. Nuestra propuesta es usar el mejor producto en la primera aplicación, porque la primera aplicación ya que esta protege el tercio inferior, el cual dependiendo de la variedad de soja que usa el productor puede representar hasta un 35% del potencial de rinde total”, dijo. Es el tercio que primero recibe las aplicaciones y el que más tiempo debe aguantar hasta la cosecha sin aplicaciones”, explicó. Para la segunda aplicación, después de 14 días de la primera, es indicada la mezcla de Mazen y Cypress, que es una solución que el productor ya conoce. “Con esto volvemos a darle un efecto preventivo a la aplicación, gracias al agregado de solatenol y un importante refuerzo sobre enfermedades secundarias clave”. Para las últimas aplicaciones la recomendación es Seeker, la morfolina. “Con este producto se agrega el quinto modo de acción en la aplicación y de esa forma tener una rotación completa en los modos de acción. Seeker se recomienda con mezcla de tanque con Bravonil, el multisitio de Syngenta a base de Clorotalonil, que además de actuar como protector es muy efectivo para el control de enfermedades secundarias como antracnosis y oidio”.
Resaltó que Bravonil es también una herramienta útil para usarla con Mazen Forte, ya que todas las aplicaciones en lo posible deben ir acompañadas de multisitios para tener un manejo de resistencia óptimo.
Marcos Martínez, gerente de Línea Fungicidas para Paraguay y Bolivia de Syngenta.
Recomendación
El profesional de Syngenta recomendó no especular con las primeras aplicaciones puesto que el estado sanitario que podamos lograr en estas influenciará en gran medida el rendimiento final y que es importante que el productor siga en lo posible el calendario de aplicaciones. Así mismo, es fundamental aplicar buenos productos al inicio e ir observando y midiendo como avanzan las lluvias hacia el final del ciclo para poder si es necesario calibrar el manejo de enfermedades. Mencionó que siempre es mejor hacer ajustes en las ultimas aplicaciones y no en las primeras. “Las enfermedades necesitan para desarrollarse una humedad, temperatura y luminosidad especifica; y generalmente obtienen estas condiciones una vez cerrada la entrelinea de la soja momento también en el cual dependemos de los productos ya previamente aplicados puesto que luego de este estado fenológico es difícil alcanzarlos con productos nuevamente”.