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03/01/2025

Pese a precios bajos y clima desafiante, existen expectativas positivas para zafra sojera

La cosecha de este año, hasta el momento, se presenta con buenas proyecciones, aunque algunas parcelas enfrentan desafíos por la falta de lluvias para una buena producción. A esto se suma la caída de los precios para el productor, pero los costos se mantienen estables, lo que brinda un respiro a los agricultores. Una preocupación sigue siendo la diversidad en el desarrollo de los cultivos, según cada zona

La campaña sojera 2024 – 2025 promedia su desarrollo, con resultados dispares, mientras en algunas zonas se presenta un panorama más alentador, en otro se aguarda por un escenario más favorable. Con todo, el grueso de la campaña, hasta el momento, se presenta sin grandes contratiempos, según un recuento por algunas zonas. En efecto, en el Nordeste de la región Oriental, sobre todo en el departamento de Canindeyú, el desarrollo de la soja es bueno y se tiene prevista arrancar la cosecha en la quincena de enero.
“Con buenas expectativas de rendimiento en muchos puntos, aunque algunas áreas enfrentaron dificultades debido a la falta de lluvias por periodos prolongados, lo que afectó ampliamente la producción. Sin embargo, los cultivos en general se encuentran en condiciones favorables”, afirma Eno Michels, directivo de la Asociación de Productores de Soja, Oleaginosas y Cereales del Paraguay (APS). En tanto, en el Chaco, con un peso en el volumen final que todavía no golpea en cifras globales, no así a los productores locales, suma otro año malo.
De manera incierta todavía es la zona Norte de la región Oriental, que viene acumulando sequías, deudas y otros problemas, a la espera de mitigar las campañas para el olvido. Sin embargo, aparece un optimismo moderado para lo que se viene. Así, pese a un escenario con importante caída en los precios que llega a los 300 dólares por tonelada, afectando directamente al agricultor, los costos de producción por hectárea no han superado a los del 2023, lo que brinda un respiro al sector. Todo dependerá de cómo avance el clima.
Pero, en líneas generales, si no aparecen contratiempos y se logra el volumen estimado de más de 11 millones de toneladas, esta producción, más el costo sin alza, favorecerá a un mayor margen para el agricultor, con un menor punto de equilibrio, incluso si el precio internacional de la oleaginosa se mantiene bajo. Por todo ello y de cara al futuro, las perspectivas para el año 2025 son optimistas. A pesar de estos riesgos, el sector se mantiene esperanzado y atento a las condiciones meteorológicas que determinarán el éxito de la cosecha.