Si bien BALPAR S.A. inicia actividad a mediados de los noventas, la experiencia y los años permitieron notar que el segmento de pesaje presentaba un nicho de mercado insatisfecho en el sector comercial e industrial nacional, indicó Cristian Postel, Gerente de Cuentas Clave de la compañía, quien anticipó algunos de los desafíos que se presentan. “BALPAR tomó la decisión, de contar con dos certificaciones ISO”, mencionó. Se apuesta por la 9001 y la 17025. Cabe recordar que las certificaciones parten de una serie de estándares dispuesta por la Organización Internacional de Normalización u Organización Internacional de Estandarización (ISO, por sus siglas en inglés), también conocidas como normas ISO. Estas tienen su clasificación dependiendo del ámbito a acreditar. Así, la ISO 9001 evalúa los sistemas de gestión de calidad, mientras que la ISO 17025 analiza los requisitos generales para la competencia de los laboratorios en ensayo y calibración. “Empezando para acceder a la 9001, para la certificación de calidad en cuanto a la gestión que hacemos. También para la 17025 que es una acreditación como laboratorio de calibración de masas. De conseguir esta, será un salto muy importante para nosotros porque vamos a poder emitir certificados que tendrán un reconocimiento nacional e internacional de las básculas que calibramos, esto será de ayuda a aquellas empresas que utilizan básculas en sus procesos de exportación”, expuso el entrevistado durante la visita realizada por un equipo de Campo Agropecuario Multimedia.
Cristian Postel, gerente de Cuentas de BALPAR S.A.
Recalcó que la compañía ha iniciado el proceso de implementación de los referidos ISO’s. “Estamos acondicionando las instalaciones de Balpar para albergar los equipos necesarios y continuar con el proceso de implementación de estos ISO’s”, dijo y recordó que normalmente son acreditaciones que se consiguen entre 6 meses a 1 año. “Creemos que podemos conseguir las (acreditaciones) en menos de un año. De ahí BALPAR se abocará a mantener sus procedimientos conforme a las acreditaciones obtenidas y así mantener el estándar de calidad que se busca”, enfatizó. En relación al nicho insatisfecho, Postel explicó igualmente la decisión que tomó en su momento la firma para centralizarse en el mercado de balanzas. “Todo pasa por el hecho que cuando se vende se debe controlar y, para controlar necesita pesar. Partiendo de ahí, el pesaje se vuelve un elemento de control indiscutible a la hora de realizar cierto tipo de transacciones comerciales”, manifestó y a la hora de fijarse en el segmento, se notó la demanda insatisfecha por lo que se apuntó a este nicho. “Ahí empezó a notarse esto y, obviamente, a requerir una serie de soluciones tecnológicas, desde emitir una etiqueta con el peso, el precio por kg, el total del importe que se está vendiendo, una fecha, el nombre, el logo de una empresa. Todo en esa misma etiqueta y no solo se ofreció una solución, sino que se incorporó un servicio con valor agregado al mero hecho de pesar una mercadería”, comentó. Y esto se fue reforzando con los años con la experiencia acumulada.