Si hay algo en lo que la mayoría coincide es que el 2020 se ha caracterizado por la aparición de múltiples obstáculos y limitaciones derivadas de la pandemia de COVID-19 que terminó modificando la hoja de ruta de todos los sectores, incluyendo la labor de los principales eslabones de la cadena productiva. La industria semillera local también sintió los efectos de la crisis sanitaria y pese a arrastrar otras dificultades tales como condiciones climáticas adversas y problemas en torno a las semillas no certificadas, supo lidiar con los desafíos de un escenario atípico. El Ing. Agr. Hugo Acosta, presidente de Aprosemp, sostuvo que en líneas generales el balance del presente año deja cifras favorables resaltando la responsabilidad y el esfuerzo del ente gremial en la ejecución de los trabajos y el hecho de haber llegado en tiempo y forma con semillas de excelente calidad a los productores.
De acuerdo con el titular de la asociación, el trabajo profesional de los semilleristas está en condiciones de abastecer la necesidad local, inclusive atender algunos nichos de mercados en los países vecinos. En este sentido, la producción nacional de semillas certificadas de soja durante el 2020 fue de aproximadamente 1.400.000 bolsas y de forma complementaria se importaron un promedio de 200.000 a 250.000 bolsas de semillas para hacer frente a la demanda. Asimismo, al igual que en años anteriores dentro de la industria a nivel local se registraron algunas exportaciones con miras a la obtención de nuevos mercados. El dilema de la comercialización de semillas ilegales (no certificadas bajo las normativas legales establecidas) cobró mayor fuerza y visibilidad en prácticamente todo el año debido a la coyuntura actual, y es motivo de preocupación para el gremio pues las prácticas de esta naturaleza perjudican a los que trabajan legalmente APORTANDO A LA CADENA PRODUCTIVA Y AL FISCO y a las firmas que invierten en tecnología para elevar la competitividad en la Región. Por ello, Aprosemp promueve el diálogo con las autoridades y organismos reguladores a fin de hallar soluciones a una problemática que llamativamente se intensificó en tiempos de pandemia a la vista de todos. Insta al organismo de aplicación a cumplir su rol y velar por la inversión privada, rol fundamental del estado.
“El campo no para y el sector semillero aún en la crisis de venta de semillas está apostando por la inversión conforme a las nuevas tendencias”, indicó Acosta. Una de ellas por ejemplo es el “Tratamiento Profesional de Semillas”, la innovadora solución que permite potenciar el desempeño genético de la semilla e impacta de manera exponencial en la productividad. En cuanto a las proyecciones de cara al 2021, el presidente de Aprosemp dijo que “la industria no baja la guardia y seguirá produciendo semillas de alta performance con énfasis a Vigor”; en tanto, “la asociación continuara luchando como gremio con el objetivo de crear un mejor escenario jurídico y comercial para el negocio con las esperanzas puestas en la gestión del ministro de Agricultura y Ganadería, el Ing. Agr. Moisés Santiago Bertoni, en su rol máxima autoridad de la política Agricola a fin intermediar para avanzar en las conversaciones y el relacionamiento con los principales eslabones del sector productivo”.