Así lo explicó el presidente del gremio frutihortícola, Abel Brítez, quien expuso que el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave) debería liberar los permisos de exportación legal a fin de evitar que el productor nacional siga siendo perjudicado.
“El año pasado fue regular en cuanto a precios. Se fluctuó mucho el precio, no hubo mucha coordinación entre las instituciones. Pedimos para este año que se controle más el equilibrio del precio”, manifestó en la 1000 AM y en ese marco también puntualizó en que el contrabando sigue siendo una “piedra en el zapato” de los productores locales.
Aseguró que el tema principal que perjudica al sector es este flagelo que no puede ser erradicado por los gobiernos. “El tema principal es el contrabando, pero es un mito que no se puede solucionar y está perjudicando grandemente a los productores nacionales constantemente”, refirió.
En ese marco mencionó que atendiendo a la entrada de productos ilegales desde países vecinos, los costos de producción para ellos son más altos.
Semanas atrás, Brítez comentó que en el caso de los tomates se sintió un desequilibrio comercial grande, ya que los precios bajaban entre G. 2.500 y G. 3.000, lo que derivó en una baja en el nivel de producción, y aclaró que con el precio actual algunos productores pudieron cubrir sus pérdidas en torno al 30% y 40%.