Jornadas

04/06/2022

Circuito de conocimiento en el Chaco

La inédita iniciativa “Rally de la Soja”, se realizó los días 28 y 29 de abril en zonas de influencia de las cooperativas del Chaco central. Buena concurrencia de público en la doble jornada, caracterizada como todo rally chaqueño con polvo, calor, algo de lluvia y de barro, aunque el concepto antes que una competencia fue la de aglutinar a la gente en torno al intercambio del conocimiento y observar a campo cómo se comportan los cultivos en esa parte de la región Occidental. Hay expectativas por repetir la experiencia en los próximos años y recorriendo otras áreas.

Fueron dos frenéticas jornadas. Con más de 50 vehículos, 200 personas en el primer día y unas 110 en la segunda fecha, la actividad buscó erigirse como un “rally del conocimiento”, sintetizó el Ing. Agr. Luis E. Cubilla, asesor agrícola de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), la organizadora de esta iniciativa que acumuló unos 200 km de recorrido por parcelas del Chaco central, principalmente de asociados a las cooperativas de producción de la zona. Desde la organización igualmente se ponderó la participación de la gente sobre todo pese a las adversidades, entre ellas el incremento del combustible. No obstante, la respuesta fue altamente positiva, según los responsables de este inédito evento que aspira a concretar más ediciones en el futuro.
El día uno arrancó el recorrido en El Cambisol. Se trata de una unidad en donde Capeco y la Cooperativa Chortitzer vienen desarrollando trabajos de investigación. Es de recordar que la alianza entre ambas organizaciones cuenta ya con algunos años para identificar y obtener materiales que puedan constituirse como variedades de soja tolerantes a altas temperaturas, una de las características del Chaco, así como periódicas ocurrencias de sequías o, cuando menos, déficit de agua, lo que obliga a contar con estrategias para avanzar con la agricultura en la región. En el mismo predio, pero en otro punto, igualmente se orientó sobre distanciamiento, fertilización de base y variedades comerciales, para luego pasar al campo de Prosper Harder, quien incorporó el cultivo tras experiencias con el algodón.
A propósito de rotación e integración de cultivos, Marcio Kauenhowen, también acercó sus vivencias con soja sobre cobertura de pasturas, en este caso con Brachiaria ruziziensis, a lo que se sumó Jenny Dueck, reconocido técnico local, quien compartió su trabajo que incluyen beneficios en producción combinada agrícola – ganadera. La primera gira concluyó en el campo de Sandro Klassen, en un día con temperatura alta y polvo. El escenario fue totalmente diferente en la segunda jornada, pues el suelo chaqueño en esta parte recibió lluvias, apareció el barro y se redujo el calor. El circuito incluyó visita a la unidad productiva de Cliff Doerksen, que pasó de la ganadería a la agricultura y que últimamente incorporó en la rotación el pasto Sudan negro. La siguiente parada fue en lo de Kenny Schapanzky, quien igualmente rota la soja con avena y trigo.
El último tramo se concretó con uno de los pioneros en introducir la soja en el Chaco central. Se trata de Gerhard Froese, quien desde hace 25 años desarrolla la agricultura, con experiencias igualmente con maní, sésamo y cultivos de cobertura, como milleto, vicia y otros. A la experiencia, se sumaron las orientaciones de los técnicos en trabajos desarrollados en la zona, así como propuestas para 

tener en cuenta en siguientes investigaciones. En este sentido, el Ing. Agr. Ken Moriya, especialista en suelos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) orientó sobre manejo y conservación, en las calicatas preparadas para la ocasión. De igual forma se ponderó que pese a las adversidades la soja sigue ampliando su presencia en territorio chaqueño, con más de 60 mil ha y con rendimientos agrícolas iniciales en torno a 1.400 kg/ha.

Intercambio enriquecedor. Al final del recorrido, la Ing. Agr. María Luisa Ramírez Arce, asistente de la Asesoría agrícola de Capeco, indicó que como organizadores recibieron buenas críticas de parte de los asistentes, quienes llegaron en buena cantidad, pese a varias dificultades. De igual forma, explicó que la propuesta del “rally” ya se venía manejando desde el 2019, pero que por la cuestión sanitaria a nivel mundial se debió esperar mejores condiciones para la participación presencial. Añadió que la experiencia fue muy enriquecedora, sobre todo porque la soja presenta otros desafíos en el Chaco. “El cultivo tiene sus peculiaridades en esta región. No es como en la Oriental, que tiene otras condiciones. Esto posibilitó un buen intercambio. Un intercambio que se dio de agricultor a agricultor. Fue muy productivo todo”, refirió.
Con respecto a la definición de los temas, dijo que, dado el trabajo que Capeco viene realizando desde hace tiempo, acompañando la investigación para desarrollar variedades tolerantes a altas temperaturas, permitió acceder a inquietudes actuales del agricultor. “Siempre hay desafíos, diferencias, pero también están los puntos que preocupan a los productores, como estrategias para enfrentar peladares, cómo lograr cobertura, que no es fácil, pero que permite tener un colchón en agricultura. Así fuimos armando el circuito, en donde también se incluyó la integración productiva, atendiendo que muchos campos primeramente fueron ganaderos y ahora se volcaron a la agricultura. Vimos la posibilidad de hablar de cómo se está dando el crecimiento de la soja sobre pasturas y en rotación con otros cultivos”, concluyó.

Trabajo que garantiza continuidad. Cubilla igualmente evaluó de manera positiva esta primera experiencia y anticipó que los resultados favorables de la iniciativa permiten pensar en repetir el recorrido más adelante e incluso hacia otras zonas chaqueñas, como en el Norte, hacia Agua Dulce o Lagerenza (Alto Paraguay) o más al Noroeste, hacia La Patria o Infante Rivarola (Boquerón), regiones que a su vez también presentan características peculiares, con otros criterios diferentes de manejo. “Existe el riego en esas zonas, mientras que en el Chaco central el problema básico y fundamental es el agua. Sin agua no hay milagro. Se esperaban rendimientos de 2.500 a 3.500 kg/ha, según crecimiento inicial, luego decayeron las proyecciones y las primeras cosechas dan 1.440 kg/ha, que por el costo bajo de producción, da un margen para seguir invirtiendo”.


Anticipó igualmente que el trabajo de investigación seguirá, por lo menos 5 o 7 años más, hacia la obtención de materiales tolerantes a altas temperaturas. Finalmente, consideró que se debe apuntar a seguir avanzando en técnicas de conservación, como la incorporación del sistema de siembra directa y que desde el gremio que aglutina a técnicos y productores en esta práctica estarán apoyando para fomentar su desarrollo en suelo chaqueño. “Lo importante es que pudimos concretar esta primera experiencia. Fue un ensayo exitoso, pues resultó de un positivismo tan importante de lo que buscamos: el intercambio de conocimiento, de acercar experiencias, con fracasos y éxitos. Este rally parte de la idea de juntar personas para una causa común. Así, que antes que una carrera, una competencia, fue un espacio para el conocimiento”, concluyó.