¿Qué deja el 2023 para Capeco?
En general, cerramos bien. Tuvimos campañas agrícolas buenas, sin ser extraordinarias. En general, los flujos de exportación funcionaron bien, ríos con buena capacidad de navegación y, si bien tuvimos el problema del “peaje” en Argentina, esperamos se pueda resolver ahora con el cambio de autoridades en el vecino país con respecto a la hidrovía Paraguay Paraná. Sí estamos preocupados por el reglamento que trae la Unión Europea (UE) y en cuanto a precios, no son malos, pero bajaron. En destinos, Argentina se posicionó aún más importante de lo que venían siendo por el problema climático que tuvieron en el 2023. Además, seguimos con programas de investigación y de responsabilidad social.
¿Mejoró la producción agrícola?
En soja, no fue ni record ni fue catastrófica como la del año anterior. La campaña maicera, también fue buena en términos de volumen, precios un poco más bajos, atendiendo nuestros principales mercados tradicionales Brasil y otros de Latinoamérica, y todo lo que sea demanda interna para la producción de etanol o como alimento para proteína animal. Trigo presentó algún problema de sanidad. Por cuestiones de clima y enfermedades, la producción fue un poco menor que la esperada, pero ga- rantizando el abastecimiento interno y, probablemente, con algún excedente de exportación.
¿En qué momento está el tema de la hidrovía?
La crisis alcanzó niveles importantes, ya no había caso con las autoridades que estaban en el gobierno argentino hasta hace poco. Ahora se presenta una oportunidad para que los presidentes de los países miembros de la hidrovía puedan ponerse de acuerdo y desarrollarla, generando un plan maestro que permita entender muy bien el comportamiento del río, atendiendo a las necesidades de navegación, atendiendo a las comunidades ribereñas, pero entendiendo esto en su totalidad, no como en algún momento se pensó en tramos. Necesitamos entender esto, que sea en su totalidad, desde Cáceres hasta Nueva Palmira.
¿Cuál es el alcance del Reglamento 1115 de la UE sobre trazabilidad de productos asociados a la deforestación?
A Paraguay afecta a la soja y derivados, a la carne y a la madera. Pero estamos muy tranquilos en cómo hemos hecho las tareas. Demostramos como país, a través del estudio que hizo el Instituto Forestal Nacional (Infona) de nuestros bosques, que solo el 0,02 % del área de siembra de soja tuvo un cambio de uso de suelo posterior al 2020. En la práctica, eso es nada y, en la mayoría de las veces, el cambio de uso de suelo está más asociado a ocupaciones ilegales, invasiones, cultivos ilegales, etc. Como país, tenemos una Ley Nacional que permite el cambio de uso de suelo en el Chaco, que tiene más del 60 % del territorio, pero es habitado por menos del 3 % de la población. Es una región que necesita desarrollarse. La Oriental, a su vez, tiene una ley de “Deforestación Cero” desde el 2004, renovada en el 2020. Si estamos preocupados con ese reglamento es porque necesitamos más tiempo. Tiene que tener una implementación gradual, por las dificultades que se tienen en “formatar” esto en un sistema que satisfaga lo que los importadores de la UE necesitan para cumplir ellos esa reglamentación interna.
¿Hubo avances en programas de investigación y de responsabilidad social?
El Programa de Investigación: Desarrollo de materiales genéticos de soja tolerantes a las altas temperaturas para el Chaco Boreal siguió su curso durante el año 2023. Creemos que el Chaco tiene un futuro promisorio. En “Responsabilidad social” continuamos y atendimos a más de 65 mil personas quienes se acercaron en el programa “Nutrición con soja” y también a través del acuerdo que llevamos con la Oficina de la Primera Dama. Realmente, vemos con optimismo que esto pueda seguir creciendo y en el 2024 tenemos prevista la inauguración de un nuevo centro durante el primer trimestre y veremos después si hay más espacio para seguir creciendo.
¿Cómo ve el panorama para el 2024?
La campaña de soja 2023 – 2024 tuvo un inicio disparejo, Siembra bastante extendida porque las lluvias demoraron en alcanzar a todas las regiones en producción. Esto se va a reflejar en la cosecha, que será también más extendida y, por ende, también repercutirá en la zafriña, sea de maíz o de soja. Con respecto a las proyecciones, estamos con un moderado optimismo. Creemos que podemos tener otra campaña buena, sin llegar a ser récord. Por el tema de precios, hay mucha resistencia para cerrar acuerdos con los agricultores, pero esto se va a dar en la medida en que avance la cosecha. En mercados, Brasil podría volver a ser de vuelta importante como país destino de nuestras exportaciones y los tres compradores principales, Argentina, Rusia y Brasil volverían a equilibrarse. Para el Chaco, si bien el algodón viene caminando muy bien, hay preocupación de los efectos del “Niño” por las implicancias que pueda tener. No obstante, creemos que se pueden llegar, sino ahora, más adelante, a las 100 mil ha de soja, que podrían sumar 300 mil toneladas. Eso pondría a prueba todo lo que es la logística chaqueña. Finalmente, necesitamos seguir trabajando muy duro con lo que es la reglamentación de la UE. En agricultura, esperemos que el clima nos acompañe a lo largo de todo el año, en los diferentes cultivos. Tenemos desafíos importantes, en todo lo que es el mantenimiento de nuestras vías de navegación y mejorar la red vial. Es muy importante que las nuevas infraestructuras de carreteras y puentes estén listas para operar.