En medio de este panorama, se espera que la molienda cierre el año con el peor resultado desde antes de que se realicen las inversiones a principios de la década pasada en el país, que ubicaron a la industria aceitera en una capacidad de procesamiento superior a los 4 millones de toneladas (además de convertirla en la actividad industrial con mayor saldo de inversión extranjera directa). Con esto, las industrias atravesarán por una situación prácticamente sin precedentes de tener que suspender sus operaciones por falta de materia prima varios meses antes de las paradas programadas para realizar mantenimientos que habitualmente se daban recién en la segunda quincena del mes de diciembre y que no duraban más que 30 días a la espera de una nueva zafra
Segundo semestre se viene con un panorama bastante sombrío para la industria aceitera Se espera que la molienda cierre el año con el peor resultado desde que las inversiones ubicaran a la industria aceitera en una capacidad de procesamiento superior a los 4 millones de toneladas. ban más que 30 días a la espera de la nueva zafra. Esta parada obligada y no programada implica también una reducción de la demanda de servicios externos, que pone en riesgo los puestos de trabajo que se generan gracias al procesamiento de oleaginosas, además de los trabajos directos en las fábricas. Desde la CAPPRO estamos convencidos de que en el futuro estas situaciones se pueden evitar o minimizar, para lo cual una política industrial que le permita al sector competir en igualdad de condiciones con las industrias de otros países por el abastecimiento de materias primas es de vital importancia y permitirá la consolidación de la actividad y el desarrollo de toda la cadena de valor.
Fuente: Cappro.