Se debe tener en cuenta que, en el caso del primer proyecto de ley, los actores involucrados en la cadena de valor como productores, acopiadores, exportadores y financistas de insumos, ya han acordado de forma privada formalizar sus respectivas situaciones correspondientes a la coyuntura experimentada en la campaña 2021/2022, de modo a arrancar con mucha fe una nueva zafra que, efectivamente, en este momento ya está en marcha.
Destacamos los usos y costumbres en la comercialización de granos en Paraguay que llevan una larga historia de éxito, respeto y cumplimiento, que representan la base de la financiación de insumos de producción y, en consecuencia, son la manera que tiene el productor de poder acceder a los mercados y fijar el precio de su producción futura en el momento en el que él decida, ya sea parcial o totalmente (fijando basis) y mercado de Chicago.
Resaltamos que este trabajo constante entre las partes ha permitido el establecimiento de la confianza que permite seguir operando en el marco del respeto y redunda finalmente en el crecimiento del sector y, en consecuencia, de la economía nacional.
Por otra parte, sobre el artículo 5º de este proyecto de ley, que dispone: “Las partes que, a la fecha de la vigencia de la ley, hayan acordado en condiciones diversas a lo previsto en esta, podrán invocarla para beneficiarse de su objeto y alcance; y la otra parte, está obligada a modificarlas”, recordamos que ninguna ley puede ser retroactiva, según lo establece el artículo 14 de la Constitución Nacional.
En cuanto al segundo proyecto, creemos que es una desacertada decisión suspender el pago de regalías, debido a que mediante esta herramienta el productor paraguayo pudo acceder a la tecnología y al conocimiento, factores que han permitido el incremento de la productividad de sus cultivos y, por efecto, luchar contra la pobreza a través del trabajo digno.
Es así que la biotecnología permitió un salto productivo de 875 % de volumen de producción de alimentos en menos de 30 años, pues de 2 millones de toneladas se pasó a producir más de 16 millones de toneladas, contabilizando cuatro rubros principales como soja, maíz, trigo y arroz.
Desde nuestros lugares seguiremos trabajando para que el sector productivo paraguayo siga creciendo mediante el uso de tecnología y de la capacitación, pero sugerimos que estos planteamientos sean estudiados y evaluados a cabalidad por los verdaderos protagonistas en el campo.
Fuente: CAPECO